martes, 10 de agosto de 2010

¿Qué es la Psicoeducación?

Para el tratamiento de pacientes que padecen trastornos psiquiátricos severos, por ejemplo esquizofrenia, el trabajo con sus familias es de vital importancia y es aquí donde aparece el concepto de psicoeducación.
Según la Lic. Ana Rollano, la psicoeducación es un conjunto de técnicas comunicacionales y psicoterapéuticas que sirven para enseñarles a familiares y pacientes acerca de su padecimiento y formas de aliviarlo. Plantea la autora que este enfoque nace en la década del '50 cuando George Brown, antropólogo que trabajaba en el Instituto de Psiquiatría de Londres, se preguntó por qué los pacientes esquizofrénicos que eran externados recaían con mas frecuencia cuando regresaban a sus hogares que cuando eran ubicados en casas de medio camino.
A partir de esta observación se propuso investigar qué componente del ambiente familiar estaba en juego en la propensión a la recaída.
Diseñó entonces un instrumento para evaluar y medir los componentes emocionales en la interacción entre el paciente y su familia.
Entre las diferentes emociones que estudió Brown encontró una correlación importante entre la tasa de recaídas y la expresión de ciertas actividades por parte de la familia en particular: la actitud crítica y la sobrevaloración.
Es de destacar que el 70% de las críticas se centraba en los síntomas negativos como apatía, retraimiento y falta de afecto mientras que sólo el 30 % eran contra los síntomas positivos como el delirio y la alucinación. Es decir, que los pacientes eran criticados por las conductas que no eran reconocidas por la familia como parte de la enfermedad.
La sobreinvolucración se evaluaba contando la cantidad de veces que los familiares mostraban cierto tipo de conductas que podían ser:
-Actitudes de excesiva protección o de resistencia a conductas independientes del paciente como no dejarlo salir solo.
-Conductas intrusivas que podrían haber sido adecuadas para otra edad, pero no para la edad del paciente, como controlarlo durante el baño a los 34 años.
-Actitudes de auto-sacrificio o excesiva dedicación.
-Falta de discriminación entre los estados internos del familiar y del paciente.
Al cuantificar la emoción expresada de las familias, se las dividió en dos grupos: las de alta y las de baja expresión emocional.
A los nueve meses de ser externados, los pacientes con familia de expresión emocional alta habían recaído en un 75 % mientras que los que volvieron a hogares con expresión emocional baja sólo habían recaído en un 25%.
De ahí, que se sostiene como uno de los principales objetivos de la psicoeducación mantener en las familias una emoción expresada baja, especialmente en cuanto se refiere a crítica, sobreinvolucración y sobreestimulación. Otros objetivos de la psicoeducación son:
-Proporcionar información sobre la enfermedad (conocer los síntomas, conductas a tener en cuenta en el hogar, qué hacer frente a una crisis y durante la misma y la importancia de la medicación).
-Capacitar a las familias para una mejor solución de problemas.
-Mejorar la comunicación.
-Expandir las redes sociales (luchar contra el aislamiento familiar)
-Incentivar la práctica de la paciencia que tanto ayuda ya que los tiempos de los pacientes son lentos y los cambios aparecen de a poco.
Aquí en la ciudad de Buenos Aires familiares con pacientes con esquizofrenia crearon hace 16 años una institución llamada APEF (Asociación Argentina de Ayuda a la Persona que padece de Esquizofrenia y su Familia). Les sugiero visitar su sitio web donde hay mucho material sobre este tema: www.apef.org.ar

lunes, 19 de julio de 2010

Aproximación al problema del alcoholismo: un caso concreto

La adicción al acohol es un trastorno con mucha incidencia en las consultas psicológicas y cuasa estragos no sólo en quien la sufre sino también en sus familiares y red social.
Para empezar a abordarlo en este espacio, me pareció muy enriquecedor el artículo de la Lic. Ruth Bachmann titulado "Efectos terapéuticos de la clínica psicoanalítica con alcoholismo", publicado en el número del mes de julio 2010 de la revista Actualidad Psicológica.
Allí la Lic. trata el tema con una articulación teórico-clínica, a partir de un caso.
La paciente, a quien llama Julia, se presenta como una alcohólica que se siente culpable si no sostiene, cuida o responde a las demandas del otro. "De su novio, comenta que está enfermo y que es insolvente e inestable, dice: si lo dejo solo se pierde y después me siento culpable, solo me tiene a mí". De su madre, refiere que está vieja y que ella se siente obligada a cuidarla: "pienso que mi mamá es la culpable de mi alcoholismo, pero si no me ocupo de ella me mata la culpa, ella me tiene solo a mí aunque me desprecie." Comenta Bachmann: "El acohol ha funcionado para ella como defensa ante la ausencia y el abandono del otro. Así, frente a una discusión con su novio en la que éste decide regresar a su casa, Julia toma una lata de cerveza y viene muy angustiada al tratamiento." La Lic. ubica en la culpa y en el acohol el padecimiento inicial de esta paciente.
Luego Bachmann subraya una intervención que hizo en terapia y resulta clave: "ser dadora puede ser un modo de degradar al otro." Esta frase quiebra, al entender de la autora, la significación fija que la sitúa como cuidadora del otro y revela el lugar de objeto en que lo coloca, dejando al descubierto la faz de dominio y control que esa posición oculta. "De este modo, sostiene Bachmann, se denuncia la satisfacción que el sujeto consigue desde su posición de víctima y cuidadora, en dirección de la implicación subjetiva". Y esto produce efectos: la autora comenta que Julia continúa actualmente encontrándose con su novio pero cada uno vive en su casa y al decir de la paciente tienen " la relación que es posible para los dos". Respecto al vínculo con su madre, la Lic. manifiesta que Julia pudo poner un límite a la demanda abrumadora, sin cortar el lazo con ella. La paciente refiere que ahora no se siente obligada a estar y que puede irse tranquila sino tiene ganas de quedarse con su madre.
Afirma la autora que el trabajo del análisis ha conmovido un significante amo, el acohol, que obturaba con la culpa el acceso al deseo."La terminación del tratamiento es sancionada en tanto el sujeto ya no se representa en el significante que da nombre al pedido de ayuda terapéutica y es a condición de un otro lugar que podrá desplegar un análisis". Bachmann enfatiza que la terapia analítica, a diferencia de la hipnosis, no actúa por sugestión, no busca agregar nada nuevo en el paciente, sino lo contrario. "La terapia analítica no quiere agregar ni introducir nada nuevo, sino restar, retirar y con ese fin se preocupa por la génesis de los síntomas patológicos y la trama psíquica de la idea patógena, cuya eliminación se propone como meta".
Bachmannn trae de Lacan el concepto de "cura por añadidura". Es decir que el psicoanálisis no enriquece sino que empobrece y desnuda considerablemente al sujeto. "Los efectos de un psicoanálisis surgen, entonces, en virtud de la emergencia de un saber no sabido que se distancia de todo saber previo...".
Finaliza la autora: "La clínica psicoanalítica del alcoholismo aplica entonces todos los recursos de la técnica, ofertándolos como la oportunidad de un encuentro para el sujeto con un saber sobre su padecimiento y con la posibilidad de una decisión que lo saque de la repetición compulsiva".

lunes, 5 de julio de 2010

¿Qué es la Fobia Social?

Retomaré conceptos del Dr. Alfredo Cía en su libro "La Ansiedad y sus trastornos", para abordar un cuadro bastante común y con el cual llegan muchos a pacientes al consultorio: la Fobia Social.
Refiere el autor: "La distinción y descripción de la fobia social como una forma diferenciada de otros trastornos de ansiedad fue propuesta por primera vez por Marks y Gelder (1966), quienes describieron el temor relacionado a una serie de situaciones de desempeño social como el hablar, escribir, temblar o comer ante la presencia de otras personas, siendo la característica central, el temor a mostrarse ridículo ante los demás." Los trastornos fóbicos se dividieron entonces en: Agorafobia, Fobias Específicas, Fobia Animal y Fobia Social, caracterizándose ésta por un temor exagerado y persistente a sentirse expuesto a la opinión de los demás y a actuar o dempeñarse de una manera que resulte humillante o embarazosa.
Plantea Cía que las consecuencias de este cuadro (también denominado TAS: Trastorno de Ansiedad Social) son: Bajo desempeño académico, con estudios muchas veces inconclusos; Limitaciones en el desarrollo vocacional y profesional; Disfunción en la comunicación interpersonal y social; Limitaciones para formar y mantener una pareja o una familia; Dependencia financiera; Aparición de otros cuadros, secundarios al trastorno, tales como depresión, ideas suicidas, abuso de alcohol u otras sustancias.
Para el tratamiento de este trastorno, el autor plantea que la técnica de psicodrama, ha resultado la mas conveniente y en particular una de sus variantes: el aprendizaje de roles o role-playing. Otras variantes útiles del psicodrama para vencer este cuadro son: Técnica del doble y Técnica del Espejo. En la primera, un asistente terapéutico imita la actitud gestual y postural del paciente durante la dramatización y expresa verbalmente lo que supone éste no se atreve a decir, por encontrarse bloqueado o inhibido. En la segunda técnica, se graba en video al paciente, devolviendo luego su imagen, facilitando así la objetivación del comportamiento, la autoimagen y las diferentes implementaciones gestuales y posturales.
Paralelamente a estas técnicas, desde el psicoanálisis tratamos de trabajar qué es lo que se está poniendo en juego en el temor a relacionarse con otros.

lunes, 28 de junio de 2010

El poder y el factor económico en las parejas

Quiero comentar un artículo muy interesante sobre un tema que se encuentra frecuentemente en las sesiones de pareja: el factor económico.
Dicho artículo se titula "Sexualidad, Amor y Poder: claves para el análisis de los conflictos de pareja" y fue escrito por la Lic. Irene Meler en el último número de la revista Actualidad Psicológica.
Lo original que trae la autora, es la creación de cuatro categorías de parejas, según cómo esté jugando el factor de poder en ellas.
"Las parejas tradicionales se caracterizan por el dominio masculino, una estricta división sexual del trabajo, una sexualidad disociada en el varón, que escinde la ternura del deseo y realiza una doble elección de objeto (Freud, 1910) y una sexualidad reprimida en la mujer. La parentalidad en tanto provisión de cuidados está a cargo de la madre, mientras que el padre ejerce las responsabilidades de la provisión y la interdicción."
Luego Meler conceptualiza las parejas transicionales: aquellas que presentan un dominio masculino atenuado. "Las esposas aportan al hogar recursos obtenidos mediante su trabajo, que tienen un carácter complementario, quedando la principal responsabilidad por la provisión económica en manos masculinas. La sexualidad es más igualitaria, aunque esto no excluye que los episodios de infidelidad masculina sean comparativamente más frecuentes, lo que genera conflictos de elevada intensidad. Los cónyugues cooperan en la parentalidad, siendo el padre proveedor de algunos cuidados, prodigados en su función de ayudante de la madre.

La autora también crea el concepto de parejas contraculturales: aquellas que se caracterizan por la inversión de los roles de género tradicionales. "Las mujeres son en estos arreglos matrimoniales las principales proveedoras económicas y el aporte de los maridos es complementario. Los esposos suelen ser comparativamente más hábiles para la crianza de niños pequeños y para el cuidado del hogar. La sexualidad resulta interferida porque las expectativas eróticas de ambos integrantes de la pareja son tradicionales, pero sus rasgos de carácter impiden poner en escena el guión erótico convalidado por la tradición. Son uniones muy conflictivas debido al antagonismo que se plantea entre los deseos y los ideales de género, por lo cual surgen fuertes ansiedades de desgeneración, o sea, de pérdida o daño de la masculinidad y de la feminidad, respectivamente.

Por último, las parejas innovadoras: "...son escasas y abren de modo parciales, expectativas de paridad. Mas allá de quién aporte el ingreso principal de modo circunstancial, el proyecto es igualitario y se reconocen otras fuentes de poder tales como la experiencia, el saber, etc. Se cultiva la sexualidad a través del diálogo y el consenso y se aceptan arreglos innovadores para la parentalidad, de acuerdo con la situación familiar particular de que se trate. En ocasiones, permiten fundar esperanzas de bienestar intersubjetivo en un contexto de equidad.

Se tratará entonces, sin seguir ningún esquematismo estático, de desplegar en la terapia de pareja qué tipo de vínculo mantienen los partenaires, para desde allí trabajar por el bienestar de cada uno.

martes, 22 de junio de 2010

Aproximación al concepto de Fobia

Retomando los planteos del Dr. Cía, entendemos por fobia a un trastorno caracterizado por un miedo intenso, persitente, excesivo e irracional hacia objetos o situaciones concretas que, por lo general, se acompaña por una pronunciada tendencia a evitarlos. Los síntomas característicos son: la ansiedad fóbica y la evitación fóbica. La primera se manifiesta ante la presencia real o imaginaria del objeto, persona o situación temida. En este último caso se denomina ansiedad anticipatoria o "miedo al miedo", puesto que se da en ausencia directa del estímulo fóbico.

La ansiedad fóbica comprende un conjunto de síntomas mentales, fisiológicos y conductuales que varían, tanto en sus manifestaciones como en su intensidad general. Entre ellos se encuentran: sentimientos de inseguridad e incapacidad, aprensión intensa, pérdida de control, taquicardia, tensión muscular, etc.

En lo que respecta a la evitación fóbica, siguiendo al autor, consiste en una tendencia del individuo a alejarse o rehuir del contacto con el estímulo temido. El sujeto fóbico trata de adquirir la mayor información posible acerca de las situaciones en que pueda estar presente el estímulo fóbico, a fin de evitarlo.

Cía retoma los aportes de Isaac Marks quien clasifica a las fobias en tres grandes grupos: Fobias Específicas, Fobia Social o Trastorno de Ansiedad Social y Agorafobia.
Próximamente retomaremos en detalle cada uno de estos grupos.

sábado, 19 de junio de 2010

Acerca de la anisedad...

Me parece útil definir algunos conceptos básicos en relación a la ansiedad, en términos sencillos que nos acerquen a uno de los padecimientos mas comunes en la actualidad.
El Dr. Alfredo Cía define a la ansiedad normal como una emoción psicobiológica básica, adaptativa ante un desafío o peligro presente o futuro. Su función es la de motivar conductas apropiadas para superar dicha situación y su duración está en relación a la magnitud y a la resolución del problema que la desencadenó. A diferencia de ésta, la ansiedad patológica es una respuesta exagerada, no necesariamente ligada a un peligro, situación u objeto externo, que puede llegar a resultar incapacitante, al punto de condicionar la conducta de un individuo y cuya aparición o desaparición son aleatorias. Podemos decir, siguiendo al autor, que la ansiedad es una respuesta normal, ligada al instinto de conservación de la especie, pudiendo transformarse en una respuesta patológica, cuando ocurre de modo innecesario y desproporcionado, intefiriendo negativamente en la vida laboral, social y familiar.
Por lo tanto, la ansiedad puede abarcar desde una respuesta normal frente a una amenaza externa hasta una incomodidad o sufirmiento prolongado y obsesivo, caracterizado por temores inadecuados que perturban el funcionamiento cotidiano. Como una respuesta normal, los sentimientos de temor, preocupación, aprensión y alerta, así como un corazón palpitante, pueden ayudar a una persona a escapar de un daño físico. Sin embargo, como trastorno, la ansiedad perturba o causa una disrupción en diversos aspectos de la vida cotidiana y relaciones, tendiendo a persistir en el tiempo.
Según Cía, los trastornos de ansiedad pueden manifestarse a través de cambios en las cogniciones, en el estado fisiológico, el comportamiento y en las emociones. Los síntomas más comunes en la esfera cognitiva son: pensamientos persitentes que se imponen, sensaciones de fallar o de verguenza, entre otros. Los cambios fisiológicos más comunes incluyen palpitaciones, sudoración, contracturas musculares, náuseas y diarrea. Los cambios comportamentales incluyen comerse las uñas, morderse los labios, hacer sonar los nudillos, presentar inquietud motora y finalmente, los emocionales pueden incluir entre otros, angustia, miedos, aprensión e irritabilidad.
Dentro de los trastornos de ansiedad encontramos: El trastorno de pánico, la fobia social y el trastorno de estrés post-traumático.
En sucesivos artículos, iremos abordando estos trastornos y algunos lineamientos utilizados actualmente para su tratamiento.

martes, 15 de junio de 2010

Los celos en los conflictos de pareja

Un tema recurrente en las terapias de pareja son los celos. Al respecto, traigo conceptos muy enriquecedores, planteados por la Lic. Claudia Sandra Palau en su último artículo publicado en la Revista Actualidad Psicológica de junio 2010.La autora revisa planteos hechos por Freud y Theodor Reik.

Comenta la autora que Freud planteaba que los celos presentan tres grados diferentes: celos normales, proyectados y delirantes.Los primeros tienen su origen en la tristeza y el dolor por la pérdida del objeto de amor. Esto trae como consecuencia una herida de tipo narcisista y sentimientos hostiles contra el rival, acompañado en la mayoría de los casos, de una carga considerable de autocrítica que recae sobre el propio yo, responsabilizándolo por esta pérdida. Los celos proyectados, por otra parte, son aquellos que surgen tanto en el hombre como en la mujer como resultado de actos de infidelidad cometidos por el propio sujeto, el celoso, o bien por su deseo de ser infiel. Cuando estos celos alcanzan un grado considerable, se convierten en delirantes. Es propio de la paranoia, organizar de forma lógica el discurso de manera tal, que se presenta creíble y convincente.El sujeto paranoico celoso proyecta hacia el exterior aquello que no quiere recibir de su interior. Así, este sujeto paranoico logra mantener en el inconciente su infidelidad atribuyéndosela a su mujer.

Luego Palau trae a Theodor Reik quien propone que es importante tener en cuenta que los celos tienen carácter y contenido diferente según el sexo de la persona que lo manifiesta. Sostiene el autor que en el hombre celoso lo que prevalece es la rabia, mientras que en la mujer celosa, lo que cobra mas importancia es la envidia. El hombre se encuentra frente a un rival que puede despojarlo, quitarle aquello que posee y que tanto cuida celosamente. En cambio la mujer que siente celos, manifiesta un carácter posesivo.

"A diferencia de los hombres, para las mujeres los celos aparecen de manera estimulante.Las mujeres frente a sus emociones por celos cobran fuerza y de esta manera luchan contra el rival empleando todos los medios posibles para no salir perjudicada, no quedar en desventaja cuando se produce ese enfriamiento.Estos medios con los que cuenta una mujer son muy variados pero los lleva adelante con una tenacidad que el hombre no puede hacerlo".

Culmina concluyendo Palau, que los celos que el sujeto manifiesta en su vida adulta, en sus relaciones de pareja, no comienzan en ese momento, sino que que tienen su origen en la infancia, en el complejo de Edipo, en las primeras experiencias amorosas del sujeto."Se deposita en la pareja aquella insatisfacción interna, antigua, que nada tienen que ver con esa persona. Todo esto es el motor de conflictos y desencuentros amorosos, que provocan malestar y en muchos casos la sensación de no ser amados, originando la separación de la pareja."