lunes, 19 de julio de 2010

Aproximación al problema del alcoholismo: un caso concreto

La adicción al acohol es un trastorno con mucha incidencia en las consultas psicológicas y cuasa estragos no sólo en quien la sufre sino también en sus familiares y red social.
Para empezar a abordarlo en este espacio, me pareció muy enriquecedor el artículo de la Lic. Ruth Bachmann titulado "Efectos terapéuticos de la clínica psicoanalítica con alcoholismo", publicado en el número del mes de julio 2010 de la revista Actualidad Psicológica.
Allí la Lic. trata el tema con una articulación teórico-clínica, a partir de un caso.
La paciente, a quien llama Julia, se presenta como una alcohólica que se siente culpable si no sostiene, cuida o responde a las demandas del otro. "De su novio, comenta que está enfermo y que es insolvente e inestable, dice: si lo dejo solo se pierde y después me siento culpable, solo me tiene a mí". De su madre, refiere que está vieja y que ella se siente obligada a cuidarla: "pienso que mi mamá es la culpable de mi alcoholismo, pero si no me ocupo de ella me mata la culpa, ella me tiene solo a mí aunque me desprecie." Comenta Bachmann: "El acohol ha funcionado para ella como defensa ante la ausencia y el abandono del otro. Así, frente a una discusión con su novio en la que éste decide regresar a su casa, Julia toma una lata de cerveza y viene muy angustiada al tratamiento." La Lic. ubica en la culpa y en el acohol el padecimiento inicial de esta paciente.
Luego Bachmann subraya una intervención que hizo en terapia y resulta clave: "ser dadora puede ser un modo de degradar al otro." Esta frase quiebra, al entender de la autora, la significación fija que la sitúa como cuidadora del otro y revela el lugar de objeto en que lo coloca, dejando al descubierto la faz de dominio y control que esa posición oculta. "De este modo, sostiene Bachmann, se denuncia la satisfacción que el sujeto consigue desde su posición de víctima y cuidadora, en dirección de la implicación subjetiva". Y esto produce efectos: la autora comenta que Julia continúa actualmente encontrándose con su novio pero cada uno vive en su casa y al decir de la paciente tienen " la relación que es posible para los dos". Respecto al vínculo con su madre, la Lic. manifiesta que Julia pudo poner un límite a la demanda abrumadora, sin cortar el lazo con ella. La paciente refiere que ahora no se siente obligada a estar y que puede irse tranquila sino tiene ganas de quedarse con su madre.
Afirma la autora que el trabajo del análisis ha conmovido un significante amo, el acohol, que obturaba con la culpa el acceso al deseo."La terminación del tratamiento es sancionada en tanto el sujeto ya no se representa en el significante que da nombre al pedido de ayuda terapéutica y es a condición de un otro lugar que podrá desplegar un análisis". Bachmann enfatiza que la terapia analítica, a diferencia de la hipnosis, no actúa por sugestión, no busca agregar nada nuevo en el paciente, sino lo contrario. "La terapia analítica no quiere agregar ni introducir nada nuevo, sino restar, retirar y con ese fin se preocupa por la génesis de los síntomas patológicos y la trama psíquica de la idea patógena, cuya eliminación se propone como meta".
Bachmannn trae de Lacan el concepto de "cura por añadidura". Es decir que el psicoanálisis no enriquece sino que empobrece y desnuda considerablemente al sujeto. "Los efectos de un psicoanálisis surgen, entonces, en virtud de la emergencia de un saber no sabido que se distancia de todo saber previo...".
Finaliza la autora: "La clínica psicoanalítica del alcoholismo aplica entonces todos los recursos de la técnica, ofertándolos como la oportunidad de un encuentro para el sujeto con un saber sobre su padecimiento y con la posibilidad de una decisión que lo saque de la repetición compulsiva".

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